Salía gente de todo tipo... El típico empresario, el que parecía que venía del caribe, un flaco con las piernas tannnn flacas que encima las mostraba con unos supermega chupines, pelo al viento, sombrero y campera de cuero, SUPER ROCKSTAR. (versión bizarra, obvio). La pibita de la campera verde manzana fluor que nunca nadie pasó a buscar... La madre con los 6 pibes haciendo bardo, etc.
En una de esas, veo salir un señor... que intentaré describir lo mejor posible a continuación.
Ejem ejem
Este hombre parecía Tom Hanks en el náufrago pero con el pelo y la barba muuucho más abundante y desprolija. Se podría decir que tenía el pelo simil Axel Rose sin peinar y la barba de alguno de los integrantes de System of a Down. Tenía puesto un gorro negro,(muy gauchesco), una remera blanca, y un pantalón hippie de todos colores que parecía de arpillera. ¡Ah! infaltablessss, las sandalias que dejaban ver esos piecitos hippones.
Estaba con una chica también, pero ella no llamaba tanto la atención.
Acá es donde me pregunto, ¿quién vendrá a recibir a estas personas? Y para mi sorpresa, la rta llegó más rápido de lo que esperaba. La familia de hippies se había reencontrado frente a mi. Todos tenían esos pantaloncitos de colores, ¡ y las benditas sandalias! ¡EN INVIERNO! ¡brrr!
En fin, se encontraron, se abrazaron, lloraron.. etcs. El escándalo fue tal, que tenían a medio aeropuerto mirando su gran reencuentro gran.
De repente, se alejan... sacan dos latas de las galletitas de don satur (una con yerba, una con azúcar), y se ponen a tomar mate sentados en medio del aeropuerto, mientras charlaban en rondita.
La verdad, ningún reencuentro superó al de los hippies. Fue demasiado genial-
Después de todo...
...¡Los hippies sean unidos!
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